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  • Foto del escritorIgnacio Pérez Alcázar

La batalla de las estrellas

Ayer leí en las redes sociales como se anunciaba la puesta en marcha de una iniciativa tan frívola e irrespetuosa que me llenó de indignación.

La batalla de las estrellas

No mencionaré aquí quienes son los promotores de esta iniciativa por razones que cualquiera que emprende puede entender cuando detrás hay entidades de peso.

la batalla de las estrellas

La cuestión es que emprender es una cosa muy seria, no es un juego. De acuerdo, que los métodos que se han hecho populares en los últimos años para el diseño de modelos de negocio o diseño de servicios, tienen mucho de gamificación precisamente para facilitar los procesos mentales de ideación, de reflexión y de toma de decisiones, y que yo mismo uso, defiendo y genero. Creo que no hace falta que los mencione de nuevo.

Pero de ahí a tomarse la emprendeduría como un juego y lanzar iniciativas en forma de batallas de emprendedores y competiciones de jóvenes emprendedores, universitarios de ultimo curso y estudiantes de postgrado, me parece una falta de respeto al trabajo y al esfuerzo que conlleva ser emprendedor, por no decir el esfuerzo económico, precisamente en un país donde el crédito o ayudas a los emprendedores es difícil de conseguir y donde el fracaso emprendiendo se ve más como un estigma que como un aprendizaje, y no existe una política segundas oportunidades o punto cero, que puede llevar a verdaderos dramas en algunos casos.

¿La batalla de los emprendedores?

Una idea peregrina

Esta iniciativa a la que me refiero frivoliza con la búsqueda de oportunidades, con la emprendeduría, con el trabajo autónomo, con crear una empresa, y es irrespetuosa con los emprendedores que sufren cada día por conseguir clientes, por sobrevivir a los pagos a 60 ó 90 días, por pagar las cuotas de autónomos, por vender a la vez que se reintentan cada día y pagar religiosamente a hacienda.

No discuto el fomento del emprendimiento, pero me indigna ver cómo se frivoliza con el tema, como se vende algo que es un camino duro y agridulce en muchas ocasiones, como algo “cool” y divertido. ¿O es que están insultando la inteligencia de los jóvenes y pretenden decir que o es jugando o no se atrae a los jóvenes?  ¿O es que realmente los jóvenes sí saben lo que significa emprender y de ahí los bajos índices de emprendimiento entre los jóvenes?

En cualquier caso, a mí me parece una idea peregrina, frívola e irrespetuosa.

Señores, ayudemos a los que están emprendiendo, que son muchos y va en ellos. No queramos tapar un problema -el paro entre lo jóvenes,  con otro problema -emprendedores desmotivados y sin ayudas.

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